La decisión está tomada, es irrevocable
cuando esa puerta anuncia su entrada
la sentencia será ejecutada.
Lloro por él, lo hago por mí
pero este amor lástima
como las espinas de las rosas
que se clavan en mi alma.
Lo siento en el palpitar de mi corazón
en el sudor de mis palmas,
mis pensamientos vuelan, se arremolinan
se contradicen con emociones
que mi sexo dicta.
Como razonar el amor
cuando por esa puerta entra mi vida
lo que iba a ser despedida
se convierte en un abrazo interminable
al que me entrego, no resisto el beso
en el cuál nuestras lenguas se buscan
las prendas vuelan, rodamos en el suelo
envueltos en urgencias y caricias.
Su boca viaja por mi cuerpo
producen suspiros como gritos reprimidos
siento un dolor pero no de espinas
es puro placer
soy la rosa que abre sus pétalos a la vida
MARIA MAUTE.
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Imagen de la red
Un gustazo leerte.
ResponderEliminarAbrazotes, amigaza.
B.B.
Israel