Que extraño amaneció el día
Una espesa neblina lo cubre todo
La visión es borrosa
La llovizna golpea suavemente sobre la piel
Y el frio penetra hasta los huesos
Parece un marco perfecto para la tristeza
que se lleva reflejada en el rostro y no puede verse
no porque el día este lluvioso y nublado
es por todo el dolor
por todo lo que acontece
Los rayos del sol se ocultan tras la neblina
Tal vez para que no se vea la muerte, el hambre y la
destrucción
La neblina pasará y el dolor aumentará
Todo se verá con los rayos del sol
Y yo…
Yo solo quisiera no ver,
poder ocultar todo lo malo
Y me pregunto si solo será el tiempo el que
podrá detener a la maquinaria de la barbarie
Y le reclamo al viento, al tiempo, a los días
y solo puedo exclamar
¡Hasta cuando!
© Carmen Zulay Ontiveros Moncada
Imagen de la red
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