jueves, 17 de marzo de 2016

De Carivano














Tus manos se extendían hacia mí


pedías no te olvidáramos


Lacrimosa suplica de amor…


Y es que los recuerdos también se van desvaneciendo


el tiempo los enfría y todo pasa


más no hay olvido cuando eres tu quien nos recuerdas


y como un suave murmullo


tu voz melodiosa nos dice, estoy aquí.


Tu cuerpo resplandece y una luz inmensa te cobija


recordándonos, amándonos…


a todos


desde la cálida luz del universo que te habita


renaces cada día, los recuerdos se avivan


y la nostalgia es alegría


amor eterno.




Carlos Iván Ontiveros Carivano


Imagen Red










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